jueves, 10 de octubre de 2013

Oda al bocadillo de queso (con vino)


Ya, ya sabemos que el queso es algo que se ama o se odia (de esto último tenemos ejemplos bien cerca); pero para los que amamos el queso no hay nada mejor que un bocado de esta delicia con pan y una copita de vino (hasta dos o tres incluso)

Y es que el pan y el vino son los mejores acompañantes del queso. Ya lo sabían desde antiguo los comerciantes de vino, como nuestro abuelo Magencio, que cuando daban a catar sus caldos a los clientes, los servían siempre con unos trozos de queso porque potencia lo bueno del vino y esconde lo malo. De ahí la expresión "¡Qué no te la den con queso!" El vino es capaz de hacer un mal vino bueno y un buen vino excelente.

Nosotros no tenemos vinos con defectos como los de antaño, pero sí buen queso manchego y una amplia variedad de vinos con los que probarlo. Aunque hay gente que lo prefiere con cervezas tostadas, como se toman en Bélgica o Alemania, o incluso quien nos pide el bocadillo de queso con anchoas ¿Habrá algún refrán también para eso? Lo dejaremos para otro post

¡Marchando un bocata de queso!

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